La belleza, elegancia y atractivo no se limita únicamente a la apariencia física, sino también incluye la confianza, la personalidad, la experiencia y la sabiduría que se adquieren con el tiempo.
La imagen personal no se limita solo a la estética, sino que también tiene implicaciones en la percepción y evaluación que los demás tienen de nuestras habilidades, fortalezas, debilidades, profesionalismo.