Estamos cansadas de escuchar que tener elegancia es una cualidad innata, un rasgo que nos distingue y nos hace especiales. Sin embargo, en esta afirmación hay tantas verdades como mitos. La seguridad que irradia una mujer elegante es tan poderosa que tendemos a asociarla con un don natural, capaz de atraer todas las miradas y cautivar a su paso. No obstante, la verdadera elegancia se manifiesta cuando esta característica se integra en tu personalidad, estilo de vida, estilo al vestir y cuando eres capaz de defenderla con confianza. No todas las mujeres tienen por qué ser elegantes, como por la misma razón, no todas las mujeres tienen por qué ser seductoras o creativas.
La elegancia no se limita a lucir un vestido bonito en una ocasión especial; eso es simplemente vestirse de manera adecuada para el momento. La elegancia es un estilo de vida que se refleja en la forma de vestir y en la actitud que se transmite. Ser elegante es una manifestación de la personalidad. Pensando especialmente en todas las mujeres que son elegantes y no saben como proyectarlo, he creado el «Método para verse elegante», donde ofrezco todas las herramientas para llegar a serlo. Si te encuentras en este camino de aprendizaje, esta publicación es para ti.
Lo primero que debes considerar es que el concepto de elegancia está relacionado con líneas rectas y alargadas. Todo lo que presenta formas estructuradas, largas y rectilíneas es percibido como elegante por nuestro cerebro. En el ámbito de la moda, los diseños están intrínsecamente vinculados a las percepciones que tenemos, y estas características en la apariencia evocan sensaciones de majestuosidad, además de transmitir porte y autoridad.
¿SE NACE SIENDO ELEGANTE?
La elegancia hay que ejercitarla; similar a aprender a conducir hasta convertirse en un excelente conductor. No se nace siendo elegante; es posible que algunas personas cuenten con características que sugieran elegancia, pero esto no está determinado por los genes, ni por la clase social, sino por el aprendizaje y la comprensión de los principios de la elegancia.
Es cierto que hay individuos que, debido a sus características pueden parecer elegantes por la forma en que se mueven, la manera de expresarse y la comunicación no verbal. Sin embargo, si no trabajan en cultivar estas particularidades, no importa cuan favorecidos estén por la naturaleza; la elegancia no les representará.
He desarrollado el «Método para ser elegante» basado en mi propia experiencia personal y en el trabajo de asesoramiento que he brindado a mujeres de diversos ámbitos, desde modelos de pasarela y amas de casa hasta políticas, policías y altas ejecutivas. A continuación, enumero cinco premisas clave a tener en cuenta. El Método consta de al menos treinta y cuatro principios, que además de compartir de manera escrita, te enseñaré a través de clases prácticas.
¿CÓMO SER UNA MUJER ELEGANTE?
- La figura tiene que ser o parecer esbelta. Se consigue usando prendas que estilicen la silueta y el tipo de rostro, en cuanto a formas, colores y buscando siempre que el conjunto tenga armonía. Un análisis de silueta y de rostro sería indispensable para escoger las prendas y los complementos que más van a favorecer. Por ejemplo, si eres de silueta triángulo invertido, las blusas, camisas, camisetas, blazers, abrigos, chaquetas deberían ser estructuradas para conseguir el equilibrio con la parte de debajo de la silueta.
- Usar prendas de la misma gama cromática tanto para la parte de arriba como para la parte de debajo. Con eso se logra crear visualmente una línea recta, alargada y la figura se verá más esbelta y estilizada. Para que el conjunto no parezca anodino, se necesita jugar con los complementos, para ello, escoge aquellos que sean de colores análogos. Crearás una bonita combinación y destacarás en estilo. Para llegar a este objetivo, antes debes haberte hecho un estudio del color para determinar tu tipo de piel y definir cual es la paleta cromática que más te va a beneficiar.
3. Una mujer elegante siempre debe ir bien peinada, esto no significa que tenga que estar cada día en la peluquería, pero sí, que tenga el cabello limpio, hidratado y con el corte adecuado a su fisionomía. Cuando se realiza un análisis del rostro se determina el tipo de cara y con esa base se pueden escoger cuales son los peinados y cortes que nos harán ver sofisticas, esbeltas, estilizadas y con prestancia.
4. Las mujeres con las piernas alargadas ópticamente pueden parecer esbeltas. Cuando se tienen las piernas más largas que el busto, hay que prestar atención a la parte de arriba de la silueta, luciendo esas piezas que creen contrapunto y hacer énfasis en las piernas porque tal vez esté ahí la potencialidad. Una manera de lograr este efecto de impacto, es usando calzado bonito y llamativo que busque que la mirada vaya a ellos, para que cuando la vista se vaya levantando, se observe la largura maravillosa de esas piernas. Abstenerse mujeres pequeñas, aunque tengan las piernas largas porque causarían el efecto contrario.
5. El cuidado de los detalles en el conjunto de la imagen personal es imprescindible para parecer una mujer elegante. La selección de la ropa tiene que ser exhaustiva en cuanto a los patrones o moldes. La elección de los tejidos igualmente, siempre de calidad extrema, tejidos con mucha caída como, la seda, el lyocell, la organza, el georgette, etc.
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